Unidos por el Agua – Fundación Plurales

UNIDOS
POR EL AGUA

Unidos por el Agua es una articulación público privada, que inicia en el 2014 y desde entonces, ha generado cerca de 500 obras de acceso al agua segura, impactando en más de 7000 personas.

comunidades asistidas

2.000

beneficiarios indirectos

100

cisternas construidas

3.000.000

lts de lluvia cosechados al año

Córdoba Santiago del Estero La Rioja

Contexto

Al norte de la provincia de Córdoba, en la zona de Tulumba Norte, a partir del verano del 2007 comenzó una severa sequía que causó la desecación de la mayoría de las fuentes de agua superficiales. Desde entonces, las comunidades de la zona han estado sufriendo una crisis hídrica que se incrementó año tras año. Si bien actualmente los niveles de precipitaciones han superado los parámetros históricos, los cambios en el régimen pluvial siguen sin poder re-abastecer las napas.

Como consecuencia, estas comunidades experimentaron una pérdida del 80% de huertas y animales, afectando directamente la sustentabilidad socio- económica de las familias. Esto trajo aparejada la necesidad de migrar a zonas urbanas en búsqueda de nuevas oportunidades. Algunas familias tuvieron que vender rápidamente y a bajo costo la totalidad de sus tierras, situación que es una gran oportunidad para grandes productores en el marco de la expansión de la frontera agropecuaria.

Solución

La complejidad de la problemática abordada demanda una fuerte articulación de actores e instituciones para crear una red de contención socio-técnica que dé soporte y sostenibilidad a largo plazo a las acciones impulsadas.

Bajo esta premisa, el proyecto Unidos por el Agua se diseñó articuladamente entre los miembros de la comunidad, empresa (Danone), organismos públicos (escuelas, INTA, Universidades) y Sector social (Fundación Plurales, Programa SEDCERO, Avina); donde el objetivo central fue implementar soluciones de acceso a agua segura para consumo humano y producción en las comunidades rurales aisladas de Tulumba Norte. Fortaleciendo las capacidades de resiliencia de los pobladores para aumentar sus oportunidades de permanencia en el territorio.

En este marco, se construyeron 100 cisternas de placa, para 97 familias y 3 escuelas de la zona. Cada una de estas cisternas puede almacenar hasta 16.000 litros de agua, aprovechando las lluvias en la zona (por medio de una adaptación en los techos y canaletas que se incorporaron como parte de la solución) y en épocas de sequía brindando un espacio adecuado para almacenar agua que se distribuye con camiones cisterna.

Cada una de las cisternas fue autoconstruida por las familias y vecinos, haciendo propia la tecnología, con lo que pueden seguir construyendo en un futuro o realizar refacciones si fuera necesario.

La integración de la comunidad en la definición, diseño y construcción de la tecnología que se usó fue una de las metas importante de este proyecto. La incorporación de tecnologías socialmente inclusivas es una clave fundamental para solucionar problemáticas complejas como el acceso al agua en comunidades rurales aisladas.

Como resultado del Proyecto, estas comunidades que componen Tulumba Norte, tienen acceso al agua básica para consumo humano y para la producción familiar. El número de huertas ha aumentado un 45% en un año y la cría de animales se está recuperando. Si bien las capacitaciones productivas y asistencia técnica siguen en proceso, el proyecto ha permitido mejorar la adaptación y resiliencia de la comunidad, generando un aporte sustantivo a la posibilidad de permanencia en su territorio.

Socios del proyecto

Contexto

La zona del Salado Norte se encuentra sobre la Ruta Provincial Nº 2 de Santiago del Estero, 300 Km. al norte de la Ciudad Capital, sobre ambas márgenes del Río Salado. Abarca parte de los departamentos Copo, Alberdi y Pellegrini, y limita con la provincia de Salta. En esta zona, el acceso a agua segura resulta una problemática de vital importancia para los pobladores, no sólo para consumo humano, sino también para la producción.

El epicentro del Salado Norte –San José del Boquerón- tiene un área de influencia de 70 km a la redonda, donde viven aproximadamente 1200 familias. En el casco de la comuna de San José del Boquerón, existe una planta potabilizadora compacta, que provee de agua potable 5km a la redonda. El servicio se realiza cada dos días, y con un tiempo de 4hs para almacenar agua. Todos los parajes que exceden ese radio, deben enfrentar diariamente la problemática del acceso a agua segura. En general, las familias que se encuentran lindando el río salado, acarrean agua cotidianamente (en bicicletas, caminando o en zorra) desde el río, pero las más alejadas, deben recurrir a la cosecha de agua de lluvia y al agua de las napas contaminadas con arsénico.

Así, los habitantes de los parajes de La Candelaria, Tacioj, Consuelo, Villa Matoque, ubicados a más de 50 km al norte del casco de la comuna de Boquerón, se encontraban atravesando una situación de estrés hídrico, donde el agua a la que accedían era de muy mala calidad, no apta para el consumo humano, con poca capacidad de almacenaje, y obtenida tras muchas horas de esfuerzo de acarreo.

Solución

El objetivo de esta iniciativa consistió en garantizar el acceso a agua segura de 100 familias de La Candelaria y parajes cercanos, fomentando la gestión comunitaria del agua.

La comunidad beneficiada fueron 400 familias pertenecientes a la Organización Campesina de Copo, Alberdi y Pellegrini (OCCAP), Unión de Productores del Salado Norte (UPSAN) Villa Matoque, Asociación de Pequeños Productores La Candelaria, el Frente de Mujeres del Salado Norte y la Asociación de Productores de Alberdi; e instituciones comunitarias de la zona. Estas familias estaban ubicadas en La Candelaria, Villa Matoque, Tacioj, Tacoruyoj, Tusca, Pajpozo, Ranchillos, Consuelo, Piruaj, entre otros. Las instituciones beneficiadas son las que se encargaban de desempeñar numerosas tareas comunitarias en la zona: como la escuela, el centro de salud y la iglesia.

Todas las actividades desarrolladas se dieron en el marco de la “mesa de desarrollo territorial” que venía funcionando desde hace varios años, convocada por la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF). Esta mesa consiste en un espacio interinstitucional, donde participan las organizaciones campesinas ya mencionadas, y técnicos/referentes de instituciones locales que vienen articulando acciones en la zona. Tal es el caso de la SAF, Plurales, INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), la comuna de San José del Boquerón, etc.

La forma de definición de la tecnología se realizó como todas las decisiones y etapas del proyecto: de manera colectiva, en el espacio de la mesa de desarrollo.

Los cambios generados fueron:

Se construyeron 266 sistemas de cosecha de agua de lluvia, que incluyen las cisternas, bombas manuales y techos recolectores..
Beneficiarios directos en lo que refiere al acceso a agua segura: 2100 personas e indirectos unos 1000.
12.768.000 Lts de lluvia cosechados al año.
Más de once comunidades asistidas.
Capacidad instalada en la zona en relación a la construcción de las cisternas y bombas.
Fortalecimiento de las organizaciones campesinas: a partir del proyecto se incorporaron nuevos socios y socias interpelados por los frutos de la organización colectiva.
Se observa un cambio organizacional en relación a la estructura y relaciones de género: en las reuniones y en las organizaciones campesinas se ha dado un incremento progresivo de participación de mujeres.

Elaboración de Manuales de construcción de cisternas de ferrocemento y de construcción de bombas manuales de extracción de agua.

Criterios de selección de familias

Como mencionamos, la mesa es el espacio donde los campesinos de la zona toman decisiones referentes a cómo trabajar y generar proyectos. Es por este motivo que esta propuesta fue presentada a la mesa y en conjunto se decidieron los siguientes criterios de selección de familias:

Territorial: Comenzar el trabajo con las familias que habitan el Norte (Candelaria y Villa Matoque) y desde allí bajar hasta Boquerón. Es decir, territorialmente se abarca el territorio de norte a sur para la ejecución de este proyecto.
Organizacional: Las familias beneficiarias serán miembro de las organizaciones campesinas. Esto se enmarca en uno de los objetivos de Sedcero de generar empoderamiento de las organizaciones de base.
Difusión local: generar experiencias piloto de construcción de cisternas en zonas más alejadas del proyecto (siempre dentro del Salado norte) para que la técnica de construcción circule en el territorio y otros vecinos y organizaciones puedan conocer la experiencia y generar futuros proyectos.
Prioridad de acceso al agua: De las familias relevadas, algunas cuentan con módulos de acceso a agua segura, estas familias no entrarían en el proyecto como beneficiarias de las obras, pero sí en las capacitaciones. Este criterio también se utiliza para el diseño del plan operativo de construcción, empezando por las familias que más necesitan las obras. Del total de 124 familias censadas 26 tienen módulos de acceso a agua que funcionan y se sumarán al proyecto para las capacitaciones.

Las comunidades donde se realiza el proyecto son: Candelaria, Tacioj, Consuelo, Villa Matoque, El Porvenir, Ranchillos, Mistolitos.

Socios del proyecto

Programa SEDCERO
Danone Argentina
Fundación Avina
INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria)
Organizaciones campesinas de la región del Salado Norte
XYLEM
SAF (Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación)
Ministerio de Agua y Ambiente de Santiago del Estero
Universidad Católica de Córdoba
Universidad Tecnológica de Córdoba
Escuelas de Educación Primaria y Secundaria de la zona

Contexto

Las comunidades del departamento General Belgrano son poblaciones rurales dispersas que se caracterizan por la gran relación con el entorno rural. Dependen de la cría de ganado menor, el cultivo de chacras y huertas. Pocas personas tienen empleos formales y en la mayoría de los casos, coincide la unidad de residencia con la unidad de explotación y producen con limitantes de capital, de recursos naturales, asistencia técnica, entre otros. En muchos casos los ingresos se completan con trabajos temporales o estacionales y realizando diversos tipos de “changas”.

La mayor parte de los adultos poseen únicamente, escolaridad primaria mientras que algunos jóvenes acceden a la educación secundaria, aunque con algunas dificultades por las distancias a los centros educativos.

Cortaderas es una comunidad ubicada a 15 km de Olta y 180 de La Rioja capital. Viven aproximadamente 30 familias dispersas entre los parajes o puestos cercanos, y la mayoría son pequeños productores. Las principales problemáticas de la zona, compartidas por toda la región, son: el acceso a la salud, va un médico dos veces al año; acceso a la educación secundaria, no hay colegios secundarios y los jóvenes tienen que ir hasta Olta si quieren completar sus estudios y falta de trabajo.

Por supuesto, el acceso al agua segura también es una problemática importante de estas comunidades. Hay familias que tienen aljibes, y algunas piletas (estanques de agua abiertos) y muy pocos dentro del departamento acceden al agua de red. La recolección de agua de lluvia es una práctica común en muchas familias, pero no cuentan con los conocimientos técnicos necesarios para sacar el máximo provecho de este recurso.

Desde el año 2016 estamos trabajando en esta región, fortaleciendo a grupos de campesinos y mujeres locales con las organizaciones de la zona, técnicos de la Secretaría de Agricultura Familiar, técnicos del INTA y actualmente con apoyo del Ministerio de Desarrollo Social; por medio del plan de Protección Social.

Solución

Desde el proyecto propusimos la construcción e implementación de soluciones de acceso a agua segura para consumo y producción en comunidades rurales aisladas, que fortalezcan las capacidades de los pobladores, priorizando la situación de las mujeres.

¿Cómo?

Facilitando el acceso a agua segura para consumo humano y producción en comunidades rurales aisladas mediante la construcción de 50 cisternas de placa, que almacenan hasta 16000 litros de agua de forma segura.
Fortaleciendo la articulación público-privada para la resolución de los problemas de acceso a agua segura en comunidades rurales aisladas.
Fomentando el intercambio y transferencia de conocimientos a organizaciones campesinas locales para la resolución de problemas en relación al acceso al agua en sus comunidades, producción resiliente y adaptación al cambio climático.
Se realizaron talleres de huerta y uso eficiente del agua.
Se acompañó técnicamente a las organizaciones y a las familias involucradas en el proyecto.

La personas beneficiadas por estas acciones fueron más de 600 de forma directa y más de 1000 indirectamente. Se trabajó y diseñó cada una de las acciones con cuatro organizaciones campesinas del departamento: Asociación Civil La Minga, Mujeres Campesinas Organizadas, Asociación de Pequeños Productores de Cortaderas, Asociacion de Productores dse General Belgrano. Además, se articularon acciones con el INTA, Secretaría Agricultura Familiar,, Municipalidad del Departamento General Belgrano – Obras Públicas, Escuela n° 153 El simbolar, Instituto secundario. Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros. Chañar, Centro Integral Comunitario de Olta, Escuela Pedro Robador. Bajo Hondo

Cambios generados fueron:

Se construyeron 50 sistemas de cosecha de agua de lluvia, que incluyen las cisternas, bombas manuales y techos recolectores.
Beneficiarios directos en lo que refiere al acceso a agua segura: 600 personas e indirectos unos 1000.
2.400.000 Lts de lluvia cosechados al año.
Cinco comunidades asistidas.
Capacidad instalada en la zona en relación a la construcción de las cisternas y bombas.
Fortalecimiento de las organizaciones campesinas: a partir del proyecto se incorporaron nuevos socios y socias interpelados por los frutos de la organización colectiva.

Se observa un cambio organizacional en relación a la estructura y relaciones de género: en las reuniones y en las organizaciones campesinas se ha dado un incremento progresivo de participación de mujeres.

Socios del proyecto