El Colectivo de Mujeres del Chaco Americano surge como resultado de un proceso impulsado por un grupo de mujeres que participaron en el 1er Encuentro de Pequeños y Medianos Productores del Chaco Americano (RPMPCHA) que se realizó en Villamontes, Bolivia, en Julio 2003. En esa ocasión, la Comisión que trató la problemática de la mujer campesina y que trabaja en el campo, definió como una necesidad disponer de tiempos y espacios compartidos que les permitieran analizar, reflexionar, intercambiar y planificar acciones sobre temas que atraviesan las prácticas cotidianas desde una mirada de género, en el marco de la Red de Pequeños productores del Gran Chaco Americano.
Siguiendo estos objetivos, se realizó el 1° Encuentro de Género en Chepes, La Rioja, Argentina (2005). El 2° en Muyupampa y Monteagudo, Bolivia (2006). El 3° en Yacuiba, Bolivia (2007). El 4° en Córdoba, Argentina (2009). El 5° en Asunción, Paraguay (2010). Durante el 2011 se desarrolló en Yacuiba – Bolivia el Encuentro fundacional del Colectivo del Chaco Americano.
En Buenos Aires, durante el 2013 y en el marco del II Encuentro mundial del CHACO, se realizó el encuentro trinacional del Colectivo de Mujeres. En el 2015, se realizó en Córdoba, 2016 en Asunción-Paraguay, y en el 2017 nuevamente en Yacuiba -Bolivia. Durante el 2018, se desarrolló el III Encuentro Mundial del Chaco y otra vez, el del Colectivo. Durante el 2020, la presencialidad se vio afectada por la pandemia del COVID-19 y se desarrollaron actividades y encuentros virtuales.
Al conformarnos como colectivo buscamos consolidar y fortalecer un espacio que nos permita recuperar y compartir identidades diferentes, ampliar y visibilizar opciones semejantes y divergentes que incluyen necesidades, problemas y potencialidades, desde un reconocimiento como actoras de derecho en la vida política, cultural, económica y social de la región.
Nos reconocemos como una comunidad en proceso continuo de aprendizaje, crítica, con un proyecto compartido de acción, de toma de posición, de injerencia e incidencia en lo público, con mecanismos que incluyen el diálogo y la deliberación, la colaboración y el respeto, sin excluir perspectivas diversas, el disenso y el conflicto.
Así contribuimos a sostener procesos de colaboración y cooperación, a generar estrategias y alianzas a partir del diálogo y la concertación para transformar nuestras realidades y solidarizarnos con otras mujeres de América y el mundo; seamos indígenas, campesinas y urbanas.