8M y la violencia de género en ámbitos rurales. #BASTADEFEMICIDIOS

María vive en un paraje rural a 40km del último pueblo al que llega el asfalto, en el interior profundo de nuestro NOA. La capital está a 380km. El juzgado más cercano, a 120 kilómetros por camino de tierra.
María quizo denunciar a su pareja por violencia de género, y el comisario de la posta policial le dijo que vaya tranquila, “yo le hablo al Carlos”. Cerveza de por medio, le dirá que no sea gil, que no se le pase la mano con María.

En Argentina no hay registros oficiales que desagreguen índices de femicidios ni violencia de género, por zonas rurales o urbanas. La única provincia que lleva este registro es Santiago del Estero, y los datos arrojan que casi un 60% de los femicidios entre 2002 y 2017, fueron en zonas rurales. Zonas rurales dónde la Educación Sexual Integral se reduce a una charla anual en el último año de la escuela, el acceso al poder judicial depende de las posibilidades de viajar cientos de kilómetros para consultar por un expediente, dónde en la comisaría te atiende el amigo de tu agresor y no te toma la denuncia. Según la FAO las mujeres rurales producen la mitad de los alimentos que se consumen en el mundo. A pesar de todo el trabajo que realizan (en la producción agropecuaria para la subsistencia y en las tareas domésticas y de cuidado) en muchos registros y censos, no figuran como «Población económicamente activa». Las mujeres rurales no sólo son invisibilizadas en su labor fundamental en la producción y sostén de la vida, sino que además tienen más desprotección frente a la violencia machista.

Basta de Feminicidios

Lo venimos diciendo una y otra vez, denunciando por todos los canales formales e informales. Los gritamos, lo marchamos, lo decimos peleando por proyectos de ley, en la creación de políticas públicas y en las casas. Nunca antes el movimiento de mujeres y diversidades había tenido la visibilidad y masividad que tenemos hoy. Sin embargo, nos siguen matando brutalmente. No es que no se sepa lo que pasa. La pregunta es: ¿Qué estás haciendo vos?

Necesitamos ocupar los cargos de decisión que nos corresponden. Somos nosotras las que hemos desarrollado un saber para resistir, reparar, cuidar. El patriarcado capitalista extractivo ha impuesto las lógicas de funcionamiento del mundo, y acá estamos. Con los ríos contaminados, la tierra enferma de agrotóxicos, el monte convertido en desierto, y las mujeres, niñas, travestis y trans asesinadas por quienes dicen amarlas.

Este 8 de marzo, gritamos una vez más “NI LA TIERRA NI LAS MUJERES, SOMOS TERRITORIO DE CONQUISTA”. #BASTADEFEMICIDIOS

Imagen de fondo: Camila R.

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