La falta de acceso al agua es una problemática que afecta principalmente a las comunidades rurales aisladas, existiendo 750 millones de personas en el mundo atravesando esta realidad. Tulumba es uno de esos casos, donde tras un largo período de sequía las familias perdieron sus medios de subsistencia por falta de agua para el consumo y la producción. Esto llevó a que muchos consideraran vender sus tierras para migrar a la ciudad en búsqueda de alternativas de vida. Para dar solución a esta problemática, se realizó un abordaje integrado de la tierra y el agua, gestionando comunitariamente la solución, con un fuerte trabajo intersectorial.