Las resistencias no saben de cuarentena: Comité de Desarrollo Campesino

Mientras todes miramos las cifras de muertes y contagiades, atentes a cuáles van a ser las próximas medidas de los gobiernos, los conflictos socioambientales siguen y en muchos casos, se profundizan. El abandono estatal y la falta de acceso a lo básico no es novedad y en estos contextos queda en evidencia más que nunca; la contaminación y la destrucción de nuestros bienes naturales no se detiene.

En esta ocasión, dialogamos con el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) de Guatemala. A finales de julio y comienzo de agosto, en varios departamentos del país, sus dirigentes vienen convocando a otros sectores de la sociedad a sumarse a jornadas de movilizaciones y bloqueos como parte del llamado Paro Plurinacional iniciado el 29 de julio, para exigir la renuncia del presidente Alejandro Giammattei. Además, piden la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras, a quien culpan por apañar la impunidad y la corrupción por sus últimas decisiones para desmembrar la Fiscalía Especial contra la Impunidad. Explican que luego irán por una Asamblea Constituyente popular que redacte una nueva Constitución.

Para que la pandemia no nos tape el bosque, dialogamos con Leiria Vay, integrante del pueblo maya, defensora de derechos humanos y de la madre tierra que forma parte de la dirección política del movimiento CODECA que desde hace años vienen resistiendo y cuidando la vida en Guatemala.

― ¿Cuándo y cómo nació CODECA?

En 1992 fue fundada por compañeros y compañeras indígenas y campesinas analfabetas que luchaban y soñaban con derechos a la tierra y laborales, fue así cómo inició esta lucha. Pero en el transcurso de los años ha ido creciendo, actualmente tiene presencia en todo el país, se ha posicionado como la fuerza organizativa más grande a nivel nacional.

En el año 2012, que se hizo una evaluación de los avances y desafíos del movimiento, se llegó a la conclusión de que en la actualidad tenemos que luchar por construir cambios estructurales para el buen vivir de los pueblos desde los territorios. Para ello se tiene como pilares fundamentales, por un lado, la defensa de los derechos de la madre tierra, es decir defender a la madre tierra como sujeta de derecho y también posicionar a las personas y a los sectores que históricamente hemos sido excluidos, como sujetos y sujetas de derechos. En esta lógica, ahora quiénes son parte de CODECA ya no son sólo indígenas y campesinos sino también, se han articulado otros actores y sectores con los que compartimos estos sueños de cambios estructurales y por lo mismo, está en discusión asamblearia el cómo autodefinirnos. En lo que últimamente se ha ido avanzando, es que es un movimiento plurinacional, porque está constituido por todos los pueblos que habitamos Guatemala y en esa lógica, vamos a seguir luchando por la búsqueda del buen vivir de los pueblos.

― ¿Qué tareas realizan?

Las tareas que realizamos son varias, la principal lucha es la construcción del buen vivir desde los pueblos y los territorios. En esa lógica, seguimos luchando por un lado, por la constituyente, para generar cambios estructurales en todo el país; por otro lado, la lucha ya no solo por el derecho a la tierra, sino por defender a la madre tierra como sujeta de derechos, la defensa de los derechos humanos, del territorio, de los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Las luchas de las mujeres, por la defensa del ambiente, del agua, que son luchas muy fuertes, la misma lucha no solo por los derechos a la tierra, sino también por el acceso de la tierra hacia las familias campesinas. Entonces, hacemos de manera permanente organización, formación política, movilización, comunicación, articulación desde los pueblos y territorios, y también, construcción del poder popular desde los pueblos.

― ¿Cómo ha sido este tiempo en pandemia en relación a la lucha que llevan adelante?

En Guatemala la pandemia ha sido utilizada por los sectores de poder, para reprimir más a los pueblos, saquear más al país. Con el argumento de la pandemia, implementaron diferentes medidas de restricción, sobre todo para los pueblos y los sectores empobrecidos, sin embargo, las transnacionales, las grandes empresas no pararon ni un solo día sus actividades. Eso demuestra la desigualdad que existe. Lamentablemente desde el gobierno central, como decía, utilizaron la pandemia para seguir saqueando, robando, para hacer más préstamos a nombre del pueblo, la Nación se endeudó más con el argumento de ayudar a las familias más empobrecidas, pero esa ayuda nunca ha llegado hacia las comunidades, solo fue para robar estos recursos. Desde el gobierno central se implementaron diferentes medidas restrictivas que son estados de sitio, estados de calamidades, estado de emergencia, todas estas limitaron todo tipo de organización, es decir, reuniones, movilizaciones, suspendieron el transporte público. Eso hizo que los movimientos nos quedáramos desmovilizados.

Sin embargo, se han buscado otras formas de seguir luchando. La corrupción, todo el saqueo, cada vez más se ha agudizado, la pobreza se ha agudizado más, desde el Estado no ha habido respuestas a las necesidades, ante la problemática, el sistema de salud colapsó, pero las violaciones a derechos humanos también se agudizaron más, sobretodo en las comunidades.

― ¿Qué formas se han dado para seguir visibilizando la resistencia ahora que la calle no es una posibilidad o es mucho más complejo ocuparla?

Con todas las medidas generadas por la pandemia, nos ha obligado a los movimientos sociales, principalmente a CODECA, a redefinir nuestras metodologías de trabajo. Es cierto que al principio, en el mes de marzo del año pasado cuando se establecieron las medias, por un tiempo nos quedamos paralizados, en primer lugar porque pensábamos que esto iba a pasar pronto, en segundo lugar, porque no sabíamos qué hacer. Estaban restringidas todas las reuniones, todas las movilizaciones, entonces nosotras también nos inmovilizamos en casa, que eso era la directriz o el mandato desde el gobierno. Pero después de un mes, que vimos que no mejoraba sino que se agudizaba toda la situación por un lado de saqueos, robos, corrupción, y por otro lado, el temas de las violaciones permanente a derechos, nos reunimos. Empezamos a utilizar la virtualidad como principal herramienta.

Entonces, hemos afianzado por un lado el uso de la virtualidad, aunque como movimiento social nos ha implicado también muchas limitaciones, porque la virtualidad se puede utilizar en los lugares más urbanos, en comunidades que están cerca al área urbana, pero lamentablemente en Guatemala hay muchas comunidades muy alejadas todavía que están fuera de toda conexión a Internet, también comunidades que no tienen dispositivos, entonces no ha sido posible contactar con todas, pero se ha ido avanzando. Se llamó primero a una reunión virtual a las dirigencias micro regionales, que fue bastante difícil contactar con todas, pero poco a poco se fue consolidando, se fue concretando y fuimos creando todas las redes desde las micro regiones. Se ha logrado ahora, hacer más efectiva esta metodología del uso de la virtualidad que las hemos usado en dos vías, por un lado, el hacer comunicación de las comunidades, desde los territorios, para visibilizar esas realidades, qué está pasando en las comunidades, en los territorios, dar a conocer las luchas, las apuestas y propuestas, y también toda la situación de vulneración y violación de derechos, que se están dando en las comunidades; y por otro lado, seguir la discusión mediante los conversatorios virtuales, porque también nos dimos cuenta después que la virtualidad nos da esta oportunidad, que podemos conocer, podemos interactuar con compañeros y compañeras, con hermanos y hermanas que están en otro territorios también, en otro países, y poder ir conociendo sus experiencias de luchas y resistencias. Es así como, sobre todo en el 2020, se inició toda esta experiencia de conversatorios virtuales de manera permanente, tanto a nivel local, comunitario y nacional, como a nivel Abya Yala, donde hemos estado discutiendo y reflexionando sobre diferentes temas. El tema de la tierra, del agua, las propuestas de cambios estructurales, las asambleas constituyentes y todos estos procesos de luchas y resistencias desde los territorios.

Podríamos decir que al principio la pandemia nos paralizó, porque no pudimos hacer nada, nos quedamos ahí quietos y quietas en casa, pero después utilizamos la virtualidad o las herramientas que tenemos, para seguir comunicándonos, coordinando, formándonos políticamente, intercambiando experiencias de luchas y resistencias desde lo comunitario, lo local a lo nacional y lo internacional.

― ¿El contexto de pandemia, aprovechando que todos miran para otro lado, posibilitó que los empresarios o gobiernos avanzaran contra ustedes?

En la época de pandemia, en las que no dijeron que nos quedáramos en casa, que se establecieron todas las medidas, también avanzó la represión, contra CODECA principalmente en Guatemala. Nosotros publicamos recientemente un documento que se llama “Represión en pandemia contra CODECA”, que demuestra que a pesar de ser un año bastante adverso en el que no nos han dejado movilizarnos, nos han limitado el derecho a la organización, también no solo se siguió dando el saqueo de las empresas, las empresas siguieron vulnerando derechos, sino que también siguieron reprimiendo.

El año pasado, en plena pandemia, asesinaron a tres dirigentes de CODECA, iniciaron procesos penales a varios compañeros. Hay más de 600 personas que resultaron de manera directa, víctimas de diferentes mecanismos de represión contra el movimiento, eso demuestra que la pandemia fue utilizada solo para afianzar este sistema neoliberal de saqueos, represión, sobreexplotación y de muerte para los pueblos.

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