Tejiendo redes: MeT CBa
En este contexto de pandemia y aislamiento social, las redes de trabajo se fortalecen. En medio de la incertidumbre y el desconcierto social, renovamos la apuesta al trabajo en equipo, a construir con otres. Así, decidimos realizar una serie de entrevistas para que puedan conocer los espacios con los que a diario, realizamos nuestra labor, sin los cuales todo esto no sería posible.
En este caso, conversamos con Soledad Salas, cofundadora de Mujeres en Tecnología Córdoba (MeT CBa), espacio con el que compartimos desde hace un año. MeT CBa impulsa la participación de mujeres en las áreas de tecnología, a través de la visibilización y valoración de su trabajo.
― ¿Cuándo, cómo y por qué nació “Mujeres en Tecnología Córdoba” (MeTCba)?
― MeT nace en el 2018, hace 2 años. Yo traía esta idea de hacer algo en términos de género y tecnología a mediados del 2017, cuando volví a Argentina después de muchos años de vivir afuera y de estar metida en estos temas.
Empecé a trabajar en el Córdoba Technology Cluster y a conocer los actores principales y el ambiente de trabajo. Pude darme cuenta que la problemática de género en la industria no era diferente a como es en otros lugares del mundo, más bien, en todo el mundo y que es una brecha super importante. Un ambiente muy hostil para las mujeres. Desde la formación en el nivel universitario, luego en las empresas como ambiente laboral. Solo el 23% de las mujeres son colaboradoras en las empresas de Córdoba y de hecho, en roles tecnológicos, solo el 15% son mujeres.
La brecha es muy profunda y no ha mejorado. Lo podemos ver en los ingresos en la universidad. En un estudio de 2010 a 2015, el promedio era de 15% y el año pasado en Ciencias Exactas tuvieron ingresos del 11%, entonces realmente sigue siendo una problemática vigente y que no mejora como necesita la sociedad. Hay mucho a nivel cultural que está fallando, la hostilidad o discriminación y sexismo en el ambiente que está naturalizado e invisibilizado.
Con esta necesidad de hacer algo al respecto, como mujeres que ya participamos de la industria, fui a un evento en Buenos Aires: “Women in Data Science” (WIDS), un evento de mujeres en ciencia de datos que me encantó la propuesta y potencial del evento. Organizado por la Universidad de Stanford con capítulos locales en más de 300 ciudades en el mundo, así que volví a Córdoba con la decisión fuerte de poder traerla acá. Me reuní con cientistas de datos de FAMAF (Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación) y empezamos a armar así la comunidad. Un 26 de julio de 2018 tuvimos nuestra primera reunión, invitando a la comunidad y mujeres que conocíamos de la industria. A partir de ahí no paramos, nos propusimos traer WIDS a Córdoba y lo logramos en marzo de 2019, para su primera edición y la estamos pensando para este año.
― ¿Cuáles son los proyectos que realizan?
― MeT tiene diversos proyectos. Trabajamos en diferentes ejes y temáticas. La tecnología es muy diversa, entonces tenemos actividades en varios ámbitos como programación web, ciencia de datos, diseño de experiencias de personas usuarias, y muchas temáticas específicas que van surgiendo y se van armando proyectos. Hay áreas en las que somos varios. Surgen propuestas desde la misma comunidad y eso es algo que valoramos e impulsamos muy fuertemente y queremos que suceda.
Muchas mujeres nos cuentan que fue su “primera experiencia” disertando, coordinando un grupo, o haciendo de mentores en equipos de trabajo. Nos gusta generar “primeras veces” para todo tipo de mujeres y experiencias, en esta industria.
Nuestro trabajo en general, lo organizamos en algunos ejes. Uno tiene que ver con inspirar vocación. Queremos que muchas más mujeres empiecen a convertirse laboralmente, hacia la tecnología. Es la industria que más está creando trabajo genuino y más está necesitando talento y esa necesidad está insatisfecha justamente, por que falta talento calificado. Así que sabemos que hay una oportunidad enorme ahí para poblaciones o colectivos de géneros no binarios. Son justamente grupos que están subrepresentadas en la industria. Hacemos muchos eventos y actividades para que se conozcan las distintas áreas de la tecnologías y así desmitificar que la tecnología y la programación es algo sólo para un “genio” u “hombres”. Con esfuerzos y procesos de aprendizaje en comunidad, se puede lograr.
Nuestro siguiente eje es el de la formación. Acompañamos desde cursos intensivos para iniciarte en un área específica de la tecnología, los que solemos llamar “MeT Camp”. Hace poco terminamos nuestro tercer taller virtual. Estamos muy felices porque participaron 200 mujeres que se iniciaron en “UX” (Diseño de Experiencia de Personas Usuarias). Estamos muy felices del aprendizaje y contenido, el cual se dio en comunidad desde una lógica colaborativa.
Otro eje fundamental para nosotras es la visibilización. Sabemos que muchas de las vocaciones que faltan en nuestras niñas y adolescentes es por la ausencia de referentes, incluso entre mujeres adultas. Entonces en todos los talleres, cursos y eventos que hacemos buscamos visibilizar a las profesionales en el área. No sólo vas a aprender sobre un tema o un programa sino que además las que dan las charlas, las que capacitan, las que te enseña, las que te asesoran y acompañan son mujeres. Eso genera una identificación positiva importante y te hace ver que es viable ser profesional en un área de tecnología.
― ¿De qué manera la tarea que realizan se cruza con la Fundación Plurales?
― Nuestra sinergia con Plurales empieza con una alianza en la que ellos nos acompañan con la personería jurídica. Eso nos dio un alcance más amplio en los proyectos.
Una de las zonas más fuertes de trabajo de la Fundación es género y mujeres en situación de vulnerabilidad, con la cual nos sentimos fuertemente identificados y nos gustaría trabajar en algún momento. Uno de los proyectos en conjunto fue el “Hackaton”, que se llevó a cabo en septiembre del 2019 llamado “WeGirlsHack” donde un equipo empezó a desarrollar una aplicación para celulares para las defensoras ambientales del Chaco Americano Argentino. Sabemos que a veces la tecnología pone un piso alto para comenzar, como tener una computadora o acceso a internet, y eso no está al alcance de todes. Hoy en día a través de los celulares se está dando un proceso de alfabetización digital y de “iniciarse” en la tecnología. Para nosotros es una misión muy importante poder tener un proyecto, una labor de alfabetización digital para mujeres de comunidades rurales en situación de vulnerabilidad.
Esa fue una primera experiencia y la idea es seguir trabajando y articulando para hacer cursos de formación e iniciar a mujeres que no tienen las posibilidades y oportunidades de la ciudad, en tecnología, al menos en cuestiones básicas como el uso funcional de diferentes dispositivos y así lograr una mejora en la calidad de vida y ayudarles de esta forma, en el desarrollo de los proyectos que lleven a cabo desde sus organizaciones.
― ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan en este contexto mundial de Pandemia y aislamiento social?
― En cuanto a los desafíos que enfrentamos en este contexto de confinamientos, todos nuestros proyectos y eventos estaban basados en lo presencial. Construir comunidad y generar lazos, vínculos, todo atado a lo presencial. Cuando empezó todo esto, nosotros para mayo teniamos un evento de ”UX” presencial, como han sido todos los MeT Camp hasta el momento. Nos propusimos hacerlo virtual y empezamos a trabajar para ver cómo hacerlo. Fue un gran desafío transformar un evento presencial de estas características en uno virtual. Pero, como en toda crisis se abrió una gran oportunidad para llegar a mujeres del interior u otras provincias, incluso mujeres de otros países. Fue muy emocionante y movilizador para todo el equipo, como así también transformador para la causa, por que nos dimos cuenta que no hay barreras.
Y llevando esto a nuestro proyecto que tenemos con Plurales, nuestro objetivo de trabajar con las mujeres del Chaco Americano, esta experiencia vivida, este MeT Camp virtual particular nos puso de manifiesto que es muy viable, que la distancia no es impedimento si logramos acceso a internet.
El desafío más grande suele ser el financiamiento, nuestros eventos los hacemos con el apoyo y sponsoreo de empresas. Para este último evento por ejemplo no conseguimos sponsor. En este contexto todas las empresas están reduciendo sus gastos, apoyos sociales y es entendible. Pero creo que hoy en día viene por ahí nuestro gran desafío, por los recursos.
Si bien el contexto es complicado, puede ser una gran oportunidad para aprovechar las opciones virtuales. Durante mucho tiempo nos escribieron mujeres del interior pidiendo hacer los MeT Camp en sus provincias y hoy sabemos que lo podemos hacer. Es una movilización muy grande de personas, esfuerzos y voluntades, pero sabemos que es posible. Hay cada vez más mujeres dispuestas a aprender y enseñar a otras mujeres y que puedan incluirse en el ámbito o que puedan alfabetizarse digitalmente.
Fotos: Gentileza MeT CBa
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