Tejiendo redes: Fondo de Mujeres del Sur
En este contexto de pandemia y aislamiento social, las redes de trabajo se fortalecen. En medio de la incertidumbre y el desconcierto social, renovamos la apuesta al trabajo en equipo, a construir con otres. Así, decidimos realizar una serie de entrevistas para que puedan conocer los espacios con los que a diario realizamos nuestro labor, sin los cuales no sería todo esto posible.
En este caso, hablamos con Juana Demarchi, integrante del Fondo de Mujeres del Sur (FMS) y coordinadora del programa Fortaleciendo a las Defensoras Ambientales. El FMS trabaja para promover los derechos de las mujeres y personas LBTIQ+, financiando y brindando apoyo técnico a las iniciativas de organizaciones lideradas por mujeres y personas LBTIQ+.
― ¿Cuándo, cómo y por qué nació el Fondo de Mujeres del Sur?
― El Fondo de Mujeres del Sur (FMS) es una fundación que moviliza recursos financieros y brinda acompañamiento a organizaciones que promueven los derechos de las mujeres y personas LBTIQ+ en Argentina, Uruguay y Paraguay. Actualmente, también implementa un programa de alcance regional –Liderando desde el Sur– en 21 países de América Latina y el Caribe (2016 – 2020).
Fue fundado el 12 de octubre de 2007 por seis feministas de reconocida trayectoria, como parte de la lucha del movimiento de mujeres a nivel regional e internacional, el cual ya había alcanzado la conformación de otros fondos de mujeres en varias partes del mundo.
― ¿Cuáles son las tareas que realizan?
― Desde el FMS, financiamos y apoyamos iniciativas de grupos de base, organizaciones y redes de mujeres y personas LBTIQ+ que trabajan para alcanzar resultados transformadores hacia la igualdad y justicia de género. Nuestra tarea apunta a fortalecer los movimientos de mujeres, feministas y de la diversidad, desde un enfoque basado en los derechos humanos, la perspectiva de género, el empoderamiento, la interseccionalidad e interculturalidad. Todas las acciones del FMS se basan en las distintas áreas prioritarias de intervención: liderazgo, voz-agencia y participación política, justicia económica, justicia socioambiental, erradicación de la violencia y discriminación, identidades y sexualidades diversas.
― ¿De qué manera las tareas que realizan se cruza con la Fundación Plurales?
― El FMS y la FP tienen una trayectoria de trabajo en conjunto, a partir de la coordinación y colaboración junto con el CCIMCAT (Centro de Capacitación e Investigación de la Mujer Campesina de Tarija) de la Acción Fortaleciendo a las Defensoras de Derechos Ambientales en la ecorregión del Chaco Americano (Argentina, Bolivia y Paraguay) cofinanciada por la Unión Europea, e implementada entre 2014 y 2017.
En 2019, con FMS como beneficiario principal y la FP como organización socia implementadora, decidimos presentarnos a una convocatoria de la Delegación de la Unión Europea en Argentina para apoyo a organizaciones de la sociedad civil, con la propuesta de llevar a cabo un proyecto que busque dar continuidad a los resultados del proyecto anterior en Argentina y también expandir el apoyo a grupos de otras ecorregiones de Argentina además del Chaco: la Puna y los Sistemas de Humedales.
La Acción “Defensoras Ambientales Organizadas en la Lucha por la Preservación del Medioambiente”, fue aprobada en 2018 y comenzó a implementarse en 2019. La iniciativa está destinada a apoyar proyectos de grupos liderados por mujeres de base que defienden el medioambiente desde sus comunidades. Tenemos como objetivo principal contribuir al fortalecimiento de las capacidades de estos grupos, compuestos y liderados por mujeres campesinas, indígenas y de sectores urbanos marginalizados que son actoras clave en la lucha frente a la crisis climática y para preservar el medioambiente, desde un enfoque de género y socioambiental. Llevamos adelante un proceso de apoyo técnico- político y financiero a los grupos, para llevar a cabo sus proyectos, conforme a sus propias expectativas y planes de acción.
― ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan en este contexto mundial de pandemia y aislamiento social?
― El contexto actual supone modificaciones en todos los niveles de trabajo del FMS. En primer lugar, el equipo ejecutivo del FMS en Argentina, Uruguay y Paraguay comenzó a trabajar de manera remota, y fuimos readaptando nuestras agendas de viajes, visitas, encuentros, y también tuvimos que modificar estrategias de implementación de nuestros programas. Para esto último, nos comunicamos con todas nuestras organizaciones copartes y pudimos evaluar conjuntamente cómo actuar ante la emergencia social y sanitaria, y cómo adaptar el apoyo brindado para responder a este nuevo contexto.
Las organizaciones que apoyamos y con las que trabajamos están compuestas y lideradas por mujeres y personas LGBTIQ+, históricamente expuestas a distintas violencias estructurales que hoy se profundizan, porque esta situación extraordinaria vino a acentuar desigualdades preexistentes. En el caso de las defensoras ambientales, enfrentan hoy un aislamiento exacerbado por falta de tecnologías en sus comunidades para comunicarse, y también deben afrontar la falta de atención médica básica, por cierre de salas de salud en su comunidad. Además, sufren las consecuencias de las actividades extractivistas altamente contaminantes, irreversibles para los ecosistemas y perjudiciales a la salud, para las que no se han dictaminado restricciones por parte de los gobiernos por considerarlas actividades esenciales.
Frente a estas urgencias, muchas de nuestras copartes respondieron rápidamente y con creatividad. Hay organizaciones que articularon líneas telefónicas de apoyo y contención a personas en situación de violencia o el acceso rápido a refugios; redes de distribución de alimentos y elementos de higiene personal para sortear las necesidades más inmediatas de compañeras en mayor situación de emergencia social; mujeres migrantes que tradujeron a lenguas indígenas las cartillas de salud; otras que sostuvieron los acompañamientos para garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos sexuales, reproductivos y no reproductivos, así como las que continuaron con procesos de incidencia para resguardar los derechos sociales, ambientales y económicos de las mujeres y sus comunidades.
Los principales desafíos actuales identificados, como la modificación en la modalidad de trabajo del FMS, nuestras copartes y socias, y la profundización de violencias estructurales y desigualdades en nuestra sociedad, ha incrementado la apuesta del FMS de fortalecer la labor de las organizaciones copartes que se encuentran en la primera línea de defensa de sus derechos. El compromiso del FMS por una filantropía feminista y el trabajo por sociedades más igualitarias es más importante que nunca. Las redes que se construyen desde los movimientos sociales y feministas son poderosas y vitales, y seguir trabajando por ellas es una manera fundamental de cuidarnos colectivamente, en el presente y hacia el futuro.
Fotos: Natalia Roca – Fondo de Mujeres del Sur