La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), dependiente del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), es el principal órgano internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género. Documenta la realidad que viven las mujeres en todo el mundo y elabora normas internacionales en materia de igualdad de género.
Una vez por año, representantes de los Estados Miembros, entidades de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales (ONG) acreditadas por el ECOSOC de todas las regiones del mundo se reúnen, durante dos semanas, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, para debatir sobre los avances y las brechas en la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995, el principal documento de política mundial sobre igualdad de género; y la 23ª Sesión Especial de la Asamblea General, celebrada en 2000 (Beijing +5), así como sobre las cuestiones emergentes que afectan la igualdad de género. Allí los Estados Miembros acuerdan medidas para acelerar los avances en esta materia en los ámbitos político, económico y social. Las conclusiones convenidas adoptadas por los Estados Miembros constituyen un modelo para que las y los líderes mundiales promuevan la participación y el liderazgo plenos y equitativos de las mujeres y las niñas en el diseño y la ejecución de políticas y programas sobre el cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres. ONU Mujeres apoya todos los rubros de la labor de la Comisión y facilita la participación de representantes de la sociedad civil.
Este año, entre el 14 y el 25 de marzo, se realizó el sexagésimo sexto período de sesiones de la Comisión, y Fundación Plurales participó activamente en diferentes sesiones, para seguir construyendo un camino y una red de mujeres organizadas y potentes.
La segunda reunión intergubernamental más grande de las Naciones Unidas que se celebra en Nueva York, culminó su período de sesiones de dos semanas y reconoció el importante papel que desempeñan las mujeres y las niñas como agentes del cambio para el desarrollo sostenible, en particular, para proteger el medio ambiente y abordar los efectos adversos del cambio climático.
Por primera vez, fue abordada la crisis climática como tema prioritario en esta comisión, y se analizaron y tomaron compromisos en función de abordarla. En el CSW66 se reconoció con preocupación que los efectos del cambio climático, la degradación ambiental y los desastres repercuten de manera desproporcionada en todas las mujeres y las niñas. Estos efectos pueden abarcar la pérdida de hogares y medios de vida, la escasez de agua, la destrucción y los daños causados a las escuelas y las instalaciones sanitarias.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, expresó: «Los acuerdos alcanzados por la Comisión llegan en un momento cuando el mundo necesita con urgencia, la creación de soluciones nuevas y coherentes a las crisis interrelacionadas que nos afectan a todos los seres humanos. Ahora no sólo disponemos de un plan trazado con medidas prácticas y específicas encaminadas a fomentar la resiliencia y la recuperación mundial, sino también coincidimos en que las soluciones dependen de darles a las mujeres y las niñas un papel protagonista. Saquemos provecho del trabajo realizado aquí, pongamos en práctica estos acuerdos de inmediato y hagamos avanzar estas decisiones en todos los importantes foros que tenemos por delante, incluida la COP27».
El 15 de marzo Fundación Plurales participó en la sesión “Ampliación de las iniciativas de mujeres y jóvenes para combatir el cambio climático: soluciones y mejores prácticas”, organizada por el Reino de los Países Bajos. Coorganizado por Aurículas, Jonge Klimaatbeweging, WECF, WO=MEN Plataforma Holandesa de Género y Países Bajos Vrouwen Raad (NVR).
En este panel participaron Robbert Dijkgraaf, Ministro de Educación, Cultura y Ciencia (OCW), Países Bajos (TBC); Enaam Ahmed Ali, representante de ONU Mujeres 2022 para los Países Bajos; Lilian Gregorio, Fundación Plurales, una de las ganadoras del Premio Soluciones Climáticas Justas de Género de WECF; la Dra. Kaouthar Darmoni, Directora de Atria, Instituto sobre igualdad de género e historia de la mujer y Esin Erdogan, Jonge Klimaatbeweging (JKB), Movimiento Nacional Juvenil por el Clima.
Algunas de las cuestiones claves abordadas fueron el impacto del cambio climático y las políticas climáticas en la igualdad de género en los Países Bajos, se buscó compartir “historias inspiradoras” de acciones climáticas centradas en la juventud y las mujeres. Se destacó la importancia del apoyo y la colaboración gubernamental y del sector privado para la acción climática y ambiental y el intercambio de conocimientos; experiencias y lecciones aprendidas sobre políticas y acciones climáticas transformadoras de género, entre organizaciones de base, gobiernos e instituciones juveniles y feministas con liderazgo y la inclusión de más jóvenes y mujeres en la primera línea de los efectos del cambio climático.
A su vez, coorganizamos el Panel “La resistencia de las defensoras ambientales en América del Sur y las claves del financiamiento feminista”. Se realizó el 22 de marzo y participaron Silvia de Vecinxs Unidxs por un Ambiente Sano – VUDAS (Argentina), Rosalba de la Asociación Indígena Joguero Aty (Paraguay), Nancy de INMUOR (Bolivia) y Luciana de Antofagasta Resiste (Argentina). Ellas relataron sus experiencias de resistencia y las problemáticas específicas de sus territorios. Luego, tomaron la palabra tres directoras de ONGs y fondos. Lilian Gregorio de Fundación Plurales (Argentina) destacó la importancia de participar en espacios como la CSW, la incidencia social y política y la generación de herramientas para el compromiso de actores clave para ampliar la participación política de defensoras ambientales. Carmen Aliaga del Colectivo CASA (Bolivia) analizó el contexto en el que se desarrollan nuestros programas y Luz Aquilante del Fondo de Mujeres del Sur (Arg, Bol y Py) presentó un mapa de conflictos socio ambientales que enfrentan las defensoras ambientales y la importancia del financiamiento feminista a grupos de defensoras ambientales para seguir apoyando las resistencias e iniciativas.
Consideraciones finales
En el documento final de la CSW66 se exhorta a impulsar y fortalecer la influencia y la participación plenas, igualitarias y significativas de las mujeres y las niñas. Deben emprenderse esfuerzos específicos para amplificar las voces y el conocimiento de las mujeres marginadas, incluidas las mujeres indígenas, mayores de edad, con discapacidades, migrantes y aquellas que viven en zonas rurales, remotas y propensas a los conflictos y desastres. Es fundamental escuchar e incluir sus aportes en la gestión, conservación y uso sostenible de los recursos naturales, así como en los programas e iniciativas de mitigación y adaptación climática.
Las iniciativas para abordar el cambio climático, la degradación ambiental y la reducción del riesgo de desastres deben considerar lo siguiente:
-Promover la participación y el liderazgo plenos y equitativos de las mujeres y las niñas para lograr que la gestión de los recursos naturales y la acción climática, ambiental y de reducción del riesgo de desastres sean más efectivas. Las mujeres y las niñas están adoptando medidas climáticas y ambientales en todos los niveles, pero su voz, representación y participación deben recibir más apoyo, recursos, valor y reconocimiento.
-Aumentar la financiación con perspectiva de género a gran escala para la acción climática y ambiental y llegar a las cooperativas, empresas y organizaciones de mujeres. Tras los compromisos contraídos en virtud del Acuerdo de París y el Pacto Climático de Glasgow sobre mitigación, adaptación y suministro y movilización de fondos, transferencia de tecnología y creación de capacidad, los países desarrollados deben movilizarse y cumplir con la obligación que asumieron con los países en desarrollo y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Además, la financiación climática debe ser cada vez más sensible al género para fortalecer las capacidades de las mujeres, la juventud y las comunidades locales y marginadas y sus organizaciones.
-Desarrollar la resiliencia de las mujeres en el contexto de los sistemas agrícolas y alimentarios, la gestión forestal y pesquera y la transición energética sostenible. Los suelos, los bosques, la pesca y los océanos son las principales fuentes de ingresos, medios de vida, protección social y empleo, sobre todo, para las mujeres y niñas que viven en la pobreza. El acceso igualitario y el derecho a los recursos importantes y los bienes productivos, como la tierra, el agua, la tecnología, el asesoramiento técnico y la información, pueden dar lugar a lograr una mayor seguridad alimentaria, a ampliar el uso de las energías renovables y a crear sistemas más justos, resilientes y sostenibles para toda la humanidad.
-Mejorar las estadísticas de género y los datos desagregados por sexo en el nexo entre género y medio ambiente, e impulsar transiciones justas con perspectiva de género. Los datos desagregados y las estadísticas de género sobre el cambio climático, la degradación ambiental y la reducción del riesgo de desastres, en especial con respecto a las diferencias de género en la vulnerabilidad y los enfoques de adaptación, mejorarán la capacidad de las personas encargadas de formular políticas para desarrollar y adoptar programas y políticas eficaces y con base empírica en todos los niveles, y promover las contribuciones específicas de las mujeres y las niñas en los temas relacionados con la conservación ambiental y la mitigación y adaptación al cambio climático.
Lilian Gregorio, que participó de las sesiones, cuenta por qué es fundamental participar de estos espacios. “Participar tanto en el Comité como en la COP (Conferencia de las Partes, Cumbre Anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), nos hace primero y principal, tener la posibilidad de hacer planteos y posicionar voces de mujeres defensoras ambientales y nuestras, en relación a temas que a veces no son temas que tienen tanta prensa y difusión, y que requieren ser reconocidos. Es importante hacer este aporte, cuestionar al Estado, a los gobiernos, sobre todo en la defensa de los Derechos desde el plano ideológico y poder plantear algunas cuestiones que están fuera de agenda. También, nos articulamos en torno a la presentación de Informes Sombra que después son divulgados en estos espacios. Esos informes, declaraciones y diagnósticos nos dan un proceso organizativo para poder producirlos. Entonces, hay un proceso participativo por el cual producimos información que después son discursos colectivos consensuados que tienen un intercambio de base y que permiten posicionar voces de defensoras ambientales y ONGs que trabajamos en cosas que no son divulgadas desde otros espacios”.
En relación a las mujeres y el cambio climático, Lilian detalla que son centrales “la opinión de las jóvenes y de la academia. Además, estos procesos que requieren la participación de todos y en especial de las mujeres, demandan fondos y apoyos especiales para coberturas, acciones y prácticas”.